un fragmento...

Uno de los acontecimientos de mayor envergadura de una de las hijas prostituidas de las artes “la danza” se vivió en Guayaquil, en “Fragmentos de Junio”, y nada más acertado le va el nombre de “fragmento” pedazo, pequeña porción de un todo, algo desprendido, en definitiva es lo que es, un fragmento desprendido desde hace nueve años, que sirve de plataforma para creadores, coreógrafos y bailarines, del Ecuador y del mundo. Una de sus funciones es confrontar y confrontarnos como artistas para encontrar una respuesta o un camino para seguir indagando en nuestra artesanía creacional para estar no solo en el ámbito de la expectación pasiva sino en el de la incomodidad y la búsqueda.

El mercado con su baratillo de ofertas, su envolvente aurea de falsa santidad, el éxito mediático y una fama precaria sostenida en la mayoría de los casos por el escándalo diario han hecho sucumbir las atenciones, objetivos y expectativas de un público pasivo y de talentosos bailarines (as) o aspirantes a ello; la carencia de una educación artística podría ser la respuesta o la influencia de medios y la falsa idea de “arte”.

La búsqueda de una identidad danzaría es una constante en laboratorios de creación y demás conglomerados artísticos, esta búsqueda pare hijos diversos, deformes, trabajadores, holgazanes, deslumbrantes, rebeldes o complacientes que han sido los que hemos podido apadrinar en esta fiesta de la danza y estos vástagos generaron diversas reacciones como es lógico; una estudiante de teatro dijo después de una función: “si fuera la primera vez que viniera al teatro y viera esto, mañana no volvería” otros decían “felicitaciones estuvo estupendo” ¿con que nos quedamos? Si el objetivo del festival fuera solo satisfacer a un público estaría en el mismo camino mercantilista del entorno y no estaría encaminado con su objetivo de mostrar las búsquedas que tienen las diversas agrupaciones artísticas, romper, trasgredir lo establecido, incomodar, el arte ha hecho esto siempre, o lo intenta, si solo divierte y adormece entonces habría que replantearse los objetivos del grupo artístico u organizacional.

Elegir quien estará en “Fragmentos de Junio”, se da atreves de la asistencia a mercados culturales o por medio de una convocatoria en la que están las reglas claras para participar, seguido a esto, a la oficina de cada organización llegan videos de los interesados en compartir sus hallazgos en este circuito de presentaciones y la selección está a cargo de los organizadores de las sedes que conforman la Red Ecuatoriana de Festivales: Quito, Manta, Cuenca y Guayaquil cada ciudad con su propio festival y su respectivo nombre, y al final se procede a la negociación y la confirmación de los seleccionados en el festival.

Este fragmento nómada transitó una vez más por los teatros y plazas infectando de una peste inquietante a sus espectadores quienes se entregaron complacientes cada noche llenando los espacios destinados para es encuentro; asistencia masiva en la Plaza San Francisco en su inauguración, sala llena en la sala experimental del Teatro Centro de Arte en el kilómetro 4.5 de la vía a Daule o en el mini teatro del ITAE en el Centro Cívico (Quito y Bolivia). Un fragmento al que incondicionalmente se sumaron voluntarios (as) haciendo suyo este espacio artístico con el que nos sentimos involucrados de una u otra forma.

Los ausentes: una política cultural operativa, clara, parcializada para acceder a los recursos por los méritos de un trabajo bien ejecutado y un “espacio propio” para seguir generando buenas noticias.

Como un perro...Mi perrera está ocupada con un gato negro,
para que no me sacara a arañazos de su espacio, que en realidad es el mío,
esperé que se durmiera y me metí muy despacito en su rincón… antes de que amaneciera y se diera cuenta de que estaba a su lado me levanté muy despacito, liviano como una pluma.

No tengo bolas ni leche para mi primera comida, rasco mi mentón con la pata y me mordisqueo el pellejo atrapando unas cuantas pulgas.

Mi amo me puso en una escuela de “súper can” y allá me tratan de domesticar, hoy me tuvieron saltando en una patita, y caminando en cuatro patas, para variar pero con las patas bien estiradas.

Me di una vuelta por la entrada de mi súper escuela de canes, después de terminado mi entrenamiento para ver a una súper perra que sale cada día con aires de engreída, yo se que le atrae mi olor pero me hago el desatendido, un día de estos la invito a comer un hueso y si la situación se da y la perrera está
desocupada, la llevaré para que me rasque las pulgas.

Ahora terminó mi día, pero mañana regresaré a la súper escuela porque me van a enseñar
a correr y a ladrar… pero con clase.

(trabajo de lenguaje y comunicación Maritza Cino)