Tan cerca que te trae el viento de mis imágenes rotas, la luna en tu mirada y la palidez de un eclipse turbando mis arcoíris, en el calamitoso encierro de mis cadenas pesadas, golpeas cada día un nuevo punto para sentirme vivo; sacudiré la gota de sudor pendiendo de mis deseos, volaría en tu aliento al fondo de tu estancia para adormitar en la tibieza de tu desconocido infierno…
Te llamo con lo que tengo que es una voz enmudecida, te abrazo clavado en una cruz de miedos, lo que callo es lo que digo, lo que digo es lo que escondo; alimentas mis despojos para elevarme desde las cenizas, casi al punto de un encuentro que no llega, que se ve siempre distante desde lo lógico de las cercanías convencionales pero al cerrar los ojos y desde las esposas en este presidio puedo estar tan cerca de lo que nadie puede, la imaginación la tengo en redención y desde ahí te encuentro…y desde ahí te tengo…
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