Mi querido adiós llegas más claro que nunca, venciste, los límites en su espacio batallan sobre lo que no quiere ver y el amor ata una cuerda al techo para ser piñata de burla, tal vez solo para dejar en el hálito suspendido un buen intento.
Lo cierto es que la sustitución de mis afectos los pueden los miedos más inciertos y solo imaginarios, lo cierto es que una madrugada me sustituiste con un cuerpo suave, sin cabeza, sin brazos, sin piernas… sin corazón y pude ver una muralla donde antes había un cuerpo queriéndomelo llevar en la respiración, entendí que lo que no dices es lo que leo y lo que escucho, lo gritas.
Como se puede negar la posibilidad de ser amado cuando no conoces las carencias de ello, estoy de paso y ahora y aquí veo una batalla más en desconcierto, las nubes negras de este 1 de abril, el frio en esta calle del norte, pude estar a tu lado inhalando un poco de vida desde tu cuello o simplemente desde tu mano derecha, aunque en política tenga mis reparos a las tendencias, posiblemente lo que quisiera es ser un dictador para tomar lo que me das y lo que no, ¡¡¡mírame!!!.
Abro las puerta de la jaula que pudo ser tu cárcel, probablemente te olvide alguna noche y mi vida repartida en tres haga lo que tenga que hacer para suspender el tiempo e imaginarte en donde quiera y como quiera, pero tengo las respuestas que buscaba, venciste, me rendí sin dar batalla… ahora agonizante, tejo mi nueva máscara para ser objeto en el que se puede colgar lo que sea... incluso afectos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario