sábado, agosto 26, 2017

MIRANDO LA LUNA

01.12.2016


Mirando la luna
Un lago grande pero no inmenso, se puede mirar la otra orilla, un lago en medio de la montaña, lejos de todo, un lago en el silencio, lejos de la ciudad en el ruido de las ranas, grillos, animales salvajes y aves, una cabaña de madera, todo huele a pino y laurel, camino descalzo sintiendo la textura de la madera, mirando la alfombra negra de piel de vaca junto a la chimenea de piedra y ladrillo, miro el lago desde la ventana de mi cuarto, una cama amplia cubierta con una tejida colcha de lana, en ella tú, recostado leyendo las El diario de Noha,  abro un poco la ventana para respirar el aire fresco y te miro mover los pies como un parabrisas, esa pijama gris resalta tus atributos de universitario de 21 años, pienso si estarás a gusto o querrás volver corriendo a la ciudad, acá no hay Internet, ni señal de teléfono, te vi durante el día caminar por los alrededores buscando señal, pareces vencido, o en calma, estamos lejos de todo.

Que seguridad tengo al tenerte aquí conmigo que me siento confiado, no hay peligro de que otro pueda enamorarte, a nadie le escribes, a nadie llamas, solo estás aquí para mí, todo el día, toda la noche, eres hermoso, y eres todo lo que quiero, recuerdo aquella noche del 13 de febrero que nos conocimos en esa disco gay en el baño, orinabas a mi lado, me miraste, sonreíste, sonreí y ahí cerca de ese olor a orines empezamos a besarnos, metí mi mano en tu pantalón y acaricié tu peludo trasero, y tu metiste tu mano en mi pantalón también, nuestras lenguas jugando, besándonos en la barra y en medio de la pista, a la madrugada intercambiamos números, nos vimos al siguiente día, el 29 aprovechando que era bisiesto nos comprometimos, tantos fracasos en el amor pero este no será un fracaso nuevo, me amas lo demuestras con tu cuerpo entero para mi, pero no es suficiente, no quiero que llegue mañana, no quiero regresar, temo perderte.

Hace una noche de luna, en el muelle de madera estoy sentado solo, se me atora en la garganta esa luna grande hermosa, poderosa, inalcanzable que brilla lejos de todo pero solitaria, ese soy yo en los grandes teatros, en las marquesinas del mundo, en los diarios y revistas, en ovaciones y al final de todo, solo, aferrado a un amor al que le doblo la edad, y del que todos dicen que me dejará cuando alguien mas joven que yo le hable de amor y peor aún que cuando ya no tenga dinero se irá de mi lado… un amor comprado o por conveniencia.

Ahí viene con un el cobertor de la cama, se sienta a mi lado y coloca parte dela cobija en mis hombros, su accionar me enternece, me abriga, tengo ganas de ir por vino, dos copas y algo de picar, aceitunas y queso, él se queda esperándome, lo miro ahí al final del muelle, regreso con nuestro perfecto pretexto para disfrutar de esa luna llena del 26 de marzo, hay pocas palabras de mi parte, lo miro me sonríe con sus dientes llenos de brackets, me besa, brindamos por la luna y yo me arrimo a la baranda del muelle, él se recuesta en mi pecho, tengo un profundo sentimiento de despecho y soledad que ahí lejos de todo solo siento ganas de que todo termine, pero se termina la botella de vino él va por una segunda botella, sabe que con una botella no es suficiente, lo miro caminar y alejarse, se que no podré vivir si él, lo es todo, lo daría todo por él incluso la vida pero no la libertad para que esté con alguien más, odio a su madre posesiva que lo aleja de mí, odio a sus amigos con los que hablan en clave y siento que se burlan en frente mio, odio a sus mejores amigos porque pienso que cada vez que se queda a dormir con ellos tienen sexo. Regresa con el vino y fresas.

- Me quieres?
- ¿Por qué lo preguntas?
- Es una pregunta básica de dos personas que han hecho el amor y que comparten la vida
- Te dije que no me preguntaras eso, es muy pronto.
- ¿Cuánto debo esperar?
-  No lo sé 10 meses, 5 años que se yo… no es buen momento para hablar de eso.
-  ¿Qué sientes por mi?
-  No lo sé, supongo que nos estamos conociendo.


Mete una fresa en mi boca, y me besa, sirvo una copa llena de vino y lo miro hacemos sonar las copas y lo incito a beberla toda, nos seguimos besando, hace una frío helado, la luna baña todo a nuestro alrededor, las cigarras y ranas cantan mas que otras noches, hay murciélagos y lechuzas por todos lados, nos desnudamos, muerde mi cuello y yo le clavo las uñas en la espalda el grita y me muerde tan fuerte que siento que se adormece el bocado cercenador de mi cuello, todo se vuelve salvaje, riega el vino restante en mi cuerpo desnudo que a la luz de la luna y en esa sobrecama blanca da una imagen tétrica y un ambiente de turbulencia se avecina, me penetra sin condón, me hace el amor con tal fuerza que el placer y el dolor más el adormecimiento del alcohol hace una amalgama perfecta en mi cerebro, estoy sentado sobre él mientras disfruta penetrándome, aprieta mi cuello, me abofetea, yo hago lo mismo, él esta jadeando a punto de eyacular, jadea se retuerce de placer, tomo el abridor de vino y se lo clavo en la garganta, me empuja, tomo la botella de vino y se la rompo en la cabeza, la botella se rompe me quedo con el mango de la botella y con el pico de puntiagudo vidrio cerceno su pecho, hasta que siento que su cuerpo tembloroso y jadeante agoniza, sigo picando su cuerpo sintiendo el placer de la sangre tibia en mis manos, es excitante abro un agujero en su vientre y meto mis manos buscando su corazón, lo consigo los saco y lo muerdo muchas veces, siento como su tibia sangre baña mi pecho levanto sus piernas y lo empiezo a penetrar, aun su ano esta caliente, nunca me dejó penetrarlo, que bien se siente, estoy a punto de eyacular y me entra una profunda sensación de dolor, culpa, placer, no es un sueño es la realidad, empiezo a gritar y gritar, apunto a mi pecho con un puntiagudo vidrio lo pongo en su mano lo dirijo a mi corazón y lo introduzco entero, cayendo sobre él pero no entra solo me hace una leve herida entonces corro a casa y tomo el revolver que papá me regalo cuando cumplí 22 lo traigo lo pongo en la mano izquierda de Andrés lo beso, y sus labios están fríos y distantes pongo el revolver en mi cien derecha y nos mudamos a un lugar donde nadie nunca nos separará y donde estaremos por siempre a la luz de esta fría luna de marzo.

No hay comentarios.:

LENGUA DE VACA - DAYSI SÁNCHEZ

  Las mujeres que amo, y los hombres que me han construido. ¿Qué pasó con el establo? Allí y allá hace unos cuantos años, cuando Venus, Ma...